Para dos guardianes que pasan sus noches cuidando y vigilando nuestros
sueños, Rocío Cumplido y Tumblebug
Hay algo, algo en la oscuridad que a veces asusta y no te deja
dormir en paz.
Hay momentos cuando las manecillas del reloj acarician la media
noche que puede hacerte querer revisar bajo la cama o en el closet y encender
todas las luces o correr a los brazos de mamá y papá .
Porque algo, algo en el silencio de la noche te asusta.
Algo, algo no te gusta.
Pero debes saber que no hay que temer, pues en el silencio y la
oscuridad hay guardianes dispuestos ha luchar para proteger y velar tu sueño.
Son los guardianes de la noche, son valientes, indomables,
inquebrantables espadachines que llevan por escudo la luz de las estrellas y
armaduras hechas por dragones y sirenas.
A ellos puedes confiarles tus secretos y también entregarles
todos tus miedos; ellos te ayudarán a vencerlos.
Porque los guardianes de la noche son eternos guerreros de la
luz vigilando los portales entre el mundo de los sueños y tu.
Los guardianes estan en sus altas torres, cuidando de cada
ventana y cada rincón de la ciudad, atentos para ahuyentar cualquier sombra y
hacer a la luna brillar un poco más para que puedas dormir, soñar, y en sueños
viajar a lugares extraordinarios en los que aprenderás a hacer real todo lo que
puedas imaginar.
Si escuchas con cuidado el silencio de la oscuridad podrás notar
que el viento acarrea los dulces susurros de los guardianes, que noche a noche
permanecen despiertos, atrapando pesadillas para convertirlas en dulces sueños
y ahuyentando monstruos molestos, e inventando arrullos que las estrellas te
puedan cantar.
Los guardianes de la noche son sabios seres mezcla de elfos y
hadas, magos alquimistas, hechiceras y juglares, que con todos sus poderes y
dones quieren protegerte y mostrarte mundos únicos, increíbles y alucinantes
que sólo están abiertos para quienes posean la habilidad de soñar despiertos.
Hay una noche cada año en la que se reúnen todas las hadas para cumplir los deseos de aquellos que son valientes soñadores de buenos sentimientos. Una sóla noche y una nada más, para viajar desde otros mundos y toda la magia pura regalar. Pero debes estar atento a las señales ... son muy sutiles, sólo visibles para quienes no han olvidado como imaginar. Todo empieza por una brisa fresca, que pronto se vuelve un ventarrón, ahí comienzan a llegar algunas hadas, lo sabrás porque a su paso pintan de colores el verde follaje de los árboles, lo vuelven amarillo, naranja, rojizo y marrón. Pero en el cielo también hay señales de que todas las hadas se aproximan ya, podrás ver docenas, cientos, quizá miles de estrellas fugaces, cruzando el cielo en plena oscuridad ¡SON ELLAS! ¡SON LAS HADAS MÁS PODEROSAS QUE VIENEN LLEGANDO YA! Y la luna ... ¡ah! la luna lo sabrá y con su sonrisa menguante las recibirá. Pero también te lo hará saber la lluvia, que con su lenguaje en código secreto golpeará suavente tu ventana y te contará que ha visto al hada del viento poderosa guerrera que nunca tiene miedo, y al hada de las flores guardiana de todos los árboles, semillas y brotes. También te hablará del hada de las aves quien ha imaginado y creado a todos los seres alados y también sus trinos encantados, pero no te olvides del hada del mar, que siempre levanta las olas para que la luna las pueda besar y le cuenta cuentos a las dulces sirenas y guía a casa a los piratas buenos. Pero si de verdad quieres saber cuando es la noche en que todas las hadas se reúnen ... cual es la noche en la que las podrás ver ... entonces cierra los ojos y sueña, sueña como nunca has soñado, viaja tú a traves de otros mundos y llega al lugar donde nacen todos los sueños y ahí, ahí las encontrarás, dispuestas a escucharte y regalarte sus dones, para que seas valiente,creativo, compasivo, tierno, aventurero y ... si, ¡hasta un poco travieso! Haz de cada noche tu noche de las hadas y entonces no habrá algo que no puedas lograr.
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- ¿De dónde venimos las aves? –le preguntó un gorrioncillo a un abeto–. - ¿Acaso no lo sabes tú que eres un ave? - No, no lo recuerdo ... sólo se que tenía muchas ganas de volar ... volar sin detenerme.
- ¿De dónde vienen las aves? –le preguntó un abeto al viento–. - De entre las nubes ... eso creo.
- ¿De dónde vienen las aves? –le preguntó el viento a las nubes–. - De las montañas ... eso creemos.
Y el viento emprendió un largo viaje hacia las más altas montañas, y preguntó : ¿de dónde vienen las aves? Pues se que las aves mismas no lo recuerdan, y no vienen de los árboles, ni de las nubes, ni de mí. - ¡Ah! –suspiraron las montañas– las aves vienen de muy lejos, de otro mundo, uno que sólo existe en la mente de una hermosa hada llamada Liana. - ¡ Cuéntenme montañas la leyenda de esta hada!
Y así las montañas comenzaron la historia: ocurrió hace muchas eras, cuando aún no existía el tiempo, allá lejos en un secreto templo de antiguos dioses ahora olvidados, que un rey de nombre Onir se sentía muy solo, anhelaba una hija, una princesa que lo heredaría todo, y una noche el rey no pudo más y se fue al templo a pedir un milagro, a cambio daría lo que fuera si tan sólo le concedieran a su pequeña. Aquella noche los antiguos dioses se reunieron, sabían que el rey era un hombre bueno y decidieron conceder su deseo, por entre las estrellas y detrás de la luna viajaron los dioses y regresaron con una niña de sonrisa de cristal y mirada azur que el rey nombró Liana, la niña era el sol del palacio, protegida por los dioses y bendecida por todas las constelaciones, largos años hizo feliz a su padre, pero sucedió que un día el rey Onir paseaba por los confines de su reino, distraído sin cuidar a donde lo llevaban sus pies y por accidente cayó, y cayó con rumbo hacia la nada, y cuando los dioses se percataron no permitieron que muriera, lo conviertieron en basto océano,verdes prados, poblados bosques de frondosos árboles, ardientes desiertos, solitarias islas, inmensas masas de hielo, exhuberantes junglas, altísimas montañas y el más azul de los cielos.
Al escuchar lo acontecido la princesa Liana rogó que regresaran a su padre al palacio, pero los dioses no podían hacer tal cosa, pues al caer a la nada no podrían regresarlo a salvo; entonces la princesa volvió al palacio pensando que estába llena de dones, no en valde era un hada y algo debía hacer para contactar a su padre. Fue así que el hada Liana comenzó a imaginar bellas y delicadas criaturas que pudieran viajar y cantarle a su padre como sólo ella sabía hacerlo, el hada princesa no tenía más que imaginar en su mente los bellos colores y elegantes formas para que de su mente y sus ojos brotaran estas criaturas y las nombró a todas, había gorriones, calandrias, pinzones, palomas, gaviotas, cisnes, grullas, canarios, jilgueros, pelícanos, quetzales, tucanes, faisanes, águilas, un fénix y cientos ... quizá miles más; y cuando salían de la mente del hada Liana hacia el mundo real, ella les enseñaba canciones para deleitar a su padre, ¡vuelen! –decía la princesa- a la tierra, por doquier, no dejen un espacio sin surcar, acaricien el aire, los cielos, el agua y la tierra por igual, decidle al rey Onir, mi padre, que su hija siempre piensa en el, que el aleteo de sus alas son mis caricias en su rostro, vuelen, vuelen lejos de mi, cerca de él, él será su hogar y así una parte de mí permanecerá siempre a su lado.
Así han nacido las aves querido viento –decían las montañas– yo soy la tierra, fuí alguna vez el rey Onir y doy hogar a los dulces pensamientos de mi niña, el hada Liana, el hada de todas las aves, el hada que no me olvida ... ahora que ya lo sabes, viento ... quisera pedirte un favor. - Lo que tu ordenes mi señor. - Vuela alto muy alto allá donde sólo tú podrás llegar, conviertete en un ave fugaz, un ave de ráfagas intrépidas y ve al palacio, cruzando el olvidado templo y dale a mi niña un beso en la mejilla y dile que su padre ... la tierra, siempre la recuerda entre las estrellas; y cuando regreses, si encuentras en tu camino un ave cuéntale como es que ha sido creada. Desde aquel día el viento acompaña a las aves en su larga travesía contándoles la leyenda de su ama, el hada Liana, y cómo son mensajeros alados de un amor tan puro y real que ni todas las arenas del tiempo pueden enterrar.